Al momento de contratar una nueva persona es importante hacerle saber cuál es el sueldo que recibirá por la realización de sus actividades. Sin embargo, al momento de definirlo se consideran términos como la remuneración líquida y la remuneración bruta, los cuales influyen en la cantidad total que se le entregará al colaborador al final del mes.
Para poder calcular el pago de remuneraciones, a continuación, aclararemos cuál es la diferencia entre sueldo líquido y el sueldo bruto, y cómo obtener la remuneración final a partir de éstos.
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¿Qué es el salario bruto?
El salario bruto es la remuneración que recibiría el empleado, si no se le hicieran deducciones por pago de impuestos u otros descuentos. Este se fija a partir de la suma de los ingresos imponibles, los cuales son otorgados al trabajador por ley, y los no imponibles, los cuales hacen referencia a gastos que haya hecho el trabajador para poder realizar tus tareas y que le deban ser reembolsados por su empleador.
Los ingresos imponibles son el salario base, el sobresueldo u horas extras, las comisiones —si la labor implica ventas—, bonos por puntualidad y asistencia, y las gratificaciones; mientras que los no imponibles tienen que ver con las asignaciones familiares, gastos por movilización o colocación, o pagos que haya realizado el trabajador que impliquen la compra o mantenimiento de sus herramientas de trabajo.
¿Qué es el salario líquido?
El salario líquido, por su parte, tienen que ver con el monto que realmente percibe el empleado al final de mes. Este se obtiene una vez que se hacen las deducciones por el pago de cotizaciones previsionales y de la salud, por retenciones de caja de ahorro, retardos, inasistencias, así como cualquier otro descuento que haya sido acordado en la relación laboral.
Las deducciones obligatorias que se realizan son las siguientes:
- Pensión: se aplica retención del 10% sobre el ingreso imponible para la AFP + el 1.5% por comisión.
- Prestaciones de salud: se destina el 7% del ingreso imponible a la FONASA e ISAPRE para cubrir consultas médicas preventivas, de autocuidado, enfermedades crónicas o agudas, cirugías leves, atenciones especializadas, control de embarazo y más.
- Seguro de Cesantía: para el seguro de desempleo se destinan 0,6% del ingreso mensual al AFC.
- Seguro de Invalidez o Supervivencia: la retención es del 1,53% para atender casos de fallecimiento o invalidez.
¿Cómo calcular el pago remuneraciones líquidas?
Para determinar el pago de remuneraciones líquidas solo es necesario obtener el sueldo bruto sumando los ingresos imponibles mensuales, para después restarle las deducciones legales. Al final del cálculo, de haber ingresos no imponibles, como gastos por movilización o colocación, se deben sumar al monto total, así como descuentos por retardos, inasistencias, entre otras retenciones establecidas por el empleador y el trabajador.
- Sueldo bruto: sueldo base + horas extras + gratificaciones + bonos + comisiones
- Sueldo líquido: sueldo bruto – deducciones por ley + ingresos no imponibles – descuentos por inasistencias o retardos, entre otros.
Consideraciones para el cálculo
Es posible que el sueldo líquido varíe algunos meses, porque los ingresos imponibles y no imponibles— a excepción del sueldo base— están sujetos a los resultados que se tengan mes con mes con respecto a las ganancias de la empresa, así como recompensas o gastos hechos por el trabajador.
Lo mismo sucede con los descuentos. Por ley hay porcentajes establecidos para las prestaciones, sin embargo, los descuentos no legales dependerán de la evaluación mensual del colaborador y los acuerdos laborales. Por este motivo, llevar un registro actualizado de las actividades de los trabajadores servirá para poder realizar el pago remuneraciones de forma precisa.